Durante este período la ciudad creció hasta convertirse en
una de las grandes urbes del mundo y lugar de una cultura urbana centrada en la
noción de un “mundo flotante”
Edo adquirió un gran poder político y económico. Hacia 1721 había pasado a tener una población estimada de 1.000.000 de habitantes (convirtiéndose así en una de las urbes más grandes del mundo).Así mismo, Edo también se convirtió en un importante centro económico y cultural del Shogunato. Sin embargo, durante estos años Edo se vio devastada por el fuego en repetidas ocasiones, siendo quizás el Gran fuego de Meireki de 1657 el más destructivo de todos cuanto la asolaron. Se estima que unos 100 fuegos asolaron la ciudad durante el Período Edo.
En 1868, con la crisis y desaparición del shogunato, la ciudad fue renombrada Tokio, que significa "Capital del Este".Durante
El periodo Edo trajo a Japón 250 años de estabilidad. El
sistema político evolucionó a lo que los especialistas llaman bakuhan, el cual
era la combinación de los términos bakufu y han, para describir el gobierno característico
del periodo. En el bakuhan el shogun gozaba de la autoridad nacional mientras
que los daimyo la autoridad regional. La burocracia aumentó durante este
periodo con el afán de administrar la combinación de gobierno centralizado y
descentralizado. Los Tokugawa afianzaron su poder durante el primer siglo de su
gobierno: la distribución de la tierra les proporcionaba cerca de siete
millones de koku y el control sobre las ciudades más importantes.